Jeremías 33:3 Clama a mí, y yo te responderé
Jeremías 33:3 Reina-Valera 1960
Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
Jeremías 33:3 Nueva Versión Internacional
Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes.
Jeremías 33:3 Nueva Traducción Viviente
Pídeme y te daré a conocer secretos sorprendentes que no conoces acerca de lo que está por venir.
Jeremías 33:3 La Palabra (Hispanoamérica)
Llámame y te responderé; te comunicaré cosas importantes y recónditas, que no conoces.
Jeremías 33:3 Traducción en lenguaje actual
Llámame y te responderé. Te haré conocer cosas maravillosas y misteriosas que nunca has conocido.
Explicación y Reflexión en Jeremías 33:3
El versículo «Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces» (Jeremías 33:3) es un llamado a la fe y a la confianza en Dios. En este versículo, Dios se presenta como un Dios que escucha y responde a las oraciones de su pueblo. La invitación de Dios es clara: si queremos conocer sus misterios y sus caminos, debemos acudir a él en oración.
Este versículo nos recuerda que Dios está siempre dispuesto a escucharnos y a ayudarnos, aun en los momentos más oscuros de nuestra vida. A través de la oración, podemos acudir a Dios y compartir con él nuestras necesidades, inquietudes y deseos. Dios, como un Padre amoroso, nos escuchará y nos responderá.
Además, este versículo también nos habla de la promesa de Dios de enseñarnos cosas grandes y ocultas. Es decir, que a través de la oración y la comunión con Dios, podemos acceder a un conocimiento más profundo de su voluntad y de su plan para nuestra vida. Dios quiere revelarse a nosotros y mostrarnos su camino, pero para ello debemos estar dispuestos a acudir a él y a escuchar su voz.
En conclusión, Jeremías 33:3 es una invitación a fortalecer nuestra fe y a confiar en Dios. Debemos acudir a él en oración y estar dispuestos a escuchar su voz, para así poder acceder a un conocimiento más profundo de su plan y de su voluntad para nuestra vida. De esta manera, podremos experimentar la paz, el consuelo y la guía divina que Dios tiene para nosotros.