Este post contiene Versículos de la Biblia que hablan sobre el Trabajo. Textos Bíblicos Reina Valera Actualizada 2015. Lee También: 20 Versículos de la Biblia sobre la Responsabilidad.
Tomó, pues, el SEÑOR Dios al hombre y lo puso en el jardín de Edén, para que lo cultivara y lo guardara (Ge 2:15).
Sea sobre nosotros la gracia del SEÑOR nuestro Dios. La obra de nuestras manos confirma entre nosotros; sí, confirma la obra de nuestras manos (Sal 90:17).
Canto de ascenso gradual. Bienaventurado todo aquel que teme al SEÑOR y anda en sus caminos: Cuando comas del trabajo de tus manos serás feliz y te irá bien (Sal 128:1-2).
Ve a la hormiga, oh perezoso; observa sus caminos y sé sabio. Ella no tiene jefe ni comisario ni gobernador; pero prepara su comida en el verano, y guarda su sustento en el tiempo de la siega (Pr 6:6-8).
La mano negligente empobrece, pero la mano de los diligentes enriquece (Pr 10:4).
El que recoge en el verano es un hijo sensato; pero el que duerme en el tiempo de la siega es un hijo que avergüenza (Pr 10:5).
El que cultiva su tierra se saciará de pan, pero el que persigue cosas vanas es falto de entendimiento (Pr 12:11).
La mano de los diligentes gobernará, pero la de los negligentes será tributaria (Pr 12:24).
El alma del perezoso desea y nada alcanza, pero el alma de los diligentes será prosperada (Pr 13:4).
Las riquezas apresuradas disminuirán, pero el que junta poco a poco irá en aumento (Pr 13:11).
En toda labor hay ganancia, pero la palabra solo de labios lleva a la pobreza (Pr 14:23).
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El que es negligente en su trabajo es hermano del destructor (Pr 18:9).
No ames el sueño para que no te empobrezcas; abre tus ojos y te saciarás de pan (Pr 20:13).
El perezoso no ara al comienzo de la estación; buscará en el tiempo de la siega y no hallará (Pr 20:4).
Los proyectos del diligente resultarán en abundancia, pero todo apresurado va a parar en la escasez (Pr 21:5).
El deseo del perezoso lo mata, porque sus manos rehúsan trabajar (Pr 21:25).
Pasé junto al campo de un hombre perezoso y junto a la viña de un hombre falto de entendimiento. Y he aquí que por todos lados habían crecido ortigas; los cardos habían cubierto el área, y su cerco de piedra estaba destruido (Pr 24:30-31).
Por la pereza se hunde el techo, y por la flojedad de manos tiene goteras la casa (Ec 10:18).
El que robaba no robe más sino que trabaje esforzadamente, haciendo con sus propias manos lo que es bueno para tener qué compartir con el que tenga necesidad (Ef 4:28).
Tengan por aspiración vivir en tranquilidad, ocuparse en sus propios asuntos y trabajar con sus propias manos, como les hemos mandado; a fin de que se conduzcan honestamente para con los de afuera y que no tengan necesidad de nada (1 Tes 4:11-12).
Ni hemos comido de balde el pan de nadie. Más bien, trabajamos arduamente hasta la fatiga, de noche y de día, para no serles gravosos a ninguno de ustedes (2 Tes 3:8).
Aún estando con ustedes los amonestábamos así: que si alguno no quiere trabajar, tampoco coma (2 Tes 3:10).
Porque hemos oído que algunos andan desordenadamente entre ustedes, sin trabajar en nada sino entrometiéndose en lo ajeno. A los tales les ordenamos y les exhortamos en el Señor Jesucristo que trabajando sosegadamente coman su propio pan (2 Tes 3:11-12).
Si alguien no tiene cuidado de los suyos, y especialmente de los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo (1 Ti 5:8).
El labrador que trabaja esforzadamente es quien debe recibir primero su parte de los frutos (1 Ti 2:6).
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