Este post contiene Versículos de la Biblia que hablan sobre Servir a Dios. Textos Bíblicos de Reina Valera Actualizada 2015.
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Pero servirás al SEÑOR tu Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua. Yo apartaré las enfermedades de en medio de ti (Éx 23:25).
Sirvan al SEÑOR con temor y alégrense con temblor (Sal 2:11).
Sirvan al SEÑOR con alegría; vengan ante su presencia con regocijo (Sal 100:2).
Pero el que es mayor entre ustedes será su siervo (Mt 23:11).
Entonces se sentó, llamó a los doce y les dijo: Si alguno quiere ser el primero deberá ser el último de todos y el siervo de todos (Mr 9:35).
Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estoy allí también estará mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará (Jn 12:26).
Sirvan de buena voluntad, como al Señor, no como a los hombres (Ef 6:7).
Ahora pues, Israel, ¿qué pide el SEÑOR tu Dios de ti? Solo que temas al SEÑOR tu Dios, que andes en todos sus caminos, que ames y sirvas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma (Dt 10:12).
Ahora pues, teman al SEÑOR. Sírvanle con integridad y con fidelidad. Quiten de en medio los dioses a los cuales sirvieron sus padres al otro lado del Río y en Egipto, y sirvan al SEÑOR (Jos 24:14).
Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre y sírvele con un corazón íntegro y con ánimo voluntario; porque el SEÑOR escudriña todos los corazones y entiende toda la intención de los pensamientos. Si tú lo buscas, él se dejará hallar; pero si lo abandonas, él te desechará para siempre (1 Cró 28:9).
Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá al uno y amará al otro, o se dedicará al uno y menospreciará al otro. No pueden servir a Dios y a las riquezas (Mt 6:24).
Entre ustedes no será así. Más bien, cualquiera que anhele ser grande entre ustedes será su servidor; y el que anhele ser el primero entre ustedes, será su siervo (Mt 20:26-27).
De la misma manera, el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos (Mt 20:28).
Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor” (Mt 25:21).
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Porque, ¿cuál es el más importante: el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Sin embargo, yo estoy en medio de ustedes como el que sirve (Lc 22:27).
Pues bien, si yo, el Señor y el Maestro, lavé sus pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros (Jn 13:14).
No siendo perezosos en lo que requiere diligencia; siendo ardientes en espíritu, sirviendo al Señor (Ro 12:11).
Porque el que en el Señor es llamado siendo esclavo, es hombre libre del Señor. De igual manera, también el que es llamado siendo libre, es esclavo del Señor (1 Co 7:22).
A pesar de ser libre de todos, me hice siervo de todos para ganar a más (1 Co 9:19).
Ustedes fueron llamados a la libertad, hermanos; solamente que no usen la libertad como pretexto para la carnalidad. Más bien, sírvanse los unos a los otros por medio del amor (Ga 5:13).
Sobrelleven los unos las cargas de los otros y de esta manera cumplirán la ley de Cristo (Ga 6:2).
Por lo tanto, mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe (Ga 6:10).
No sirviendo solo cuando se les esté mirando, como los que quieren quedar bien con los hombres, sino como siervos de Cristo, haciendo la voluntad de Dios con ánimo (Ef 6:6).
Sabiendo que del Señor recibirán la recompensa de la herencia. ¡A Cristo el Señor sirven! (Col 3:24).
Así que, habiendo recibido un reino que no puede ser sacudido, retengamos la gracia y, mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia (He 12:28).
