Este post contiene Salmos de Alabanza y Adoración a Dios. Textos Bíblicos de Reina Valera Actualizada 2015.
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Pero yo alabaré al SEÑOR por su justicia, y cantaré al nombre del SEÑOR el Altísimo (Sal 7:17).
Te alabaré, oh SEÑOR, con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas (Sal 9:1).
Canten al SEÑOR, que habita en Sion; cuenten en los pueblos sus hechos (Sal 9:11).
Invocaré al SEÑOR, quien es digno de ser alabado, y seré librado de mis enemigos (Sal 18:3).
¡Enaltécete, oh SEÑOR, con tu poder! Cantaremos y alabaremos tu poderío (Sal 21:13).
Pero tú eres santo. ¡Tú, que habitas entre las alabanzas de Israel! (Sal 22:3).
El SEÑOR es mi fuerza y mi escudo; en él esperó mi corazón. Fui ayudado, y se gozó mi corazón; con mi canción le alabaré (Sal 28:7).
Den gracias al SEÑOR con lira; cántenle con arpa de diez cuerdas (Sal 33:2).
Bendeciré al SEÑOR en todo tiempo; su alabanza estará siempre en mi boca (Sal 34:1).
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Mi lengua hablará de tu justicia y de tu alabanza todo el día (Sal 35:28).
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera a Dios, porque aún le he de alabar. ¡Él es la salvación de mi ser, y mi Dios! (Sal 42:11).
Llegaré hasta el altar de Dios; a Dios, mi alegría y mi gozo. Te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío (Sal 43:4).
Señor, abre mis labios, y proclamará mi boca tu alabanza (Sal 51:15).
En Dios, cuya palabra alabo, en Dios he confiado. ¡No temeré lo que me pueda hacer ningún mortal! (Sal 56:4).
¡Oh Dios, tú eres mi Dios! Con diligencia te he buscado; mi alma tiene sed de ti. Mi cuerpo te anhela en tierra árida y sedienta, carente de agua (Sal 63:1).
A él invoqué con mi boca y con mi lengua lo ensalcé (Sal 66:17).
¡Los pueblos te alaben, oh Dios! ¡Todos los pueblos te alaben! (Sal 67:3).
¡Canten a Dios! ¡Canten salmos a su nombre! ¡Preparen camino al que cabalga sobre las nubes! El SEÑOR es su nombre ¡Alégrense delante de él! Padre de los huérfanos y juez de las viudas es Dios en su santa morada (Sal 68:4-5).
¡Bendito sea el Señor! Día tras día lleva nuestras cargas el Dios de nuestra salvación (Sal 68:19).
Esté llena mi boca de tu alabanza, de tu gloria todo el día (Sal 71:8).
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Mis labios se alegrarán cuando yo te cante salmos; aun mi alma, a la cual has redimido (Sal 71:23).
¡Bienaventurados los que habitan en tu casa! Continuamente te alabarán (Sal 84:4).
Te alabaré, oh SEÑOR, Dios mío, con todo mi corazón; glorificaré tu nombre para siempre (Sal 86:12).||
¡Vengan, adoremos y postrémonos! Arrodillémonos delante del SEÑOR, nuestro Hacedor (Sal 95:6).
¡Canten al SEÑOR un cántico nuevo! ¡Canten al SEÑOR, toda la tierra! (Sal 96:1).
Adoren al SEÑOR en la hermosura de la santidad; tiemble ante su presencia toda la tierra (Sal 96:9)
Entren por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza. Denle gracias; bendigan su nombre (Sal 100:4).
Bendice, oh alma mía, al SEÑOR. Bendiga todo mi ser su santo nombre (Sal 103:1).
¡Den gracias al SEÑOR! ¡Invoquen su nombre! Den a conocer entre los pueblos sus hazañas (Sal 105:1).
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¡Sálvanos, oh SEÑOR, Dios nuestro! Reúnenos de entre las naciones para que confesemos tu santo nombre, para que nos gloriemos en tus alabanzas (Sal 106:47).
Ofrezcan sacrificios de acción de gracias y proclamen sus obras con júbilo (Sal 107:22).
Te alabaré entre los pueblos, oh SEÑOR; a ti cantaré salmos entre las naciones.
A medianoche me levanto para darte gracias por tus justos juicios (Sal 119:62).
Grande es el SEÑOR y digno de suprema alabanza. Su grandeza es inescrutable (Sal 145:3).
¡Todo lo que respira alabe al SEÑOR! ¡Aleluya! (Sal 150:6).
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