Este Post contiene Salmos Matutinos con Mensajes Bíblicos para empezar un Buen día lleno de Bendición. Versión Reina Valera Actualizada 2015.
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Oh SEÑOR, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré ante ti y esperaré.
Pero yo cantaré a tu poder y alabaré de mañana tu misericordia; porque fuiste para mí un alto refugio y un amparo en el día de mi angustia.
Por eso los habitantes de los confines de la tierra tienen temor de tus maravillas. Tú haces cantar de júbilo a las salidas de la mañana y de la noche.
Pero a ti he invocado, oh SEÑOR; de mañana sale a tu encuentro mi oración.
Por la mañana sácianos de tu misericordia, y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.
Bueno es alabar al SEÑOR, cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo. Bueno es anunciar por la mañana tu misericordia y tu verdad en las noches.
Este es el día que hizo el SEÑOR; nos gozaremos y nos alegraremos en él.
Yo espero en el SEÑOR; mi alma espera. En su palabra he puesto mi esperanza. Mi alma espera al SEÑOR más que los centinelas a la mañana; sí, más que los centinelas a la mañana.
Hazme oír por la mañana tu misericordia porque en ti confío. Hazme conocer el camino en que he de andar porque hacia ti levanto mi alma.
Te exaltaré, mi Dios, el Rey, y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre. Cada día te bendeciré y alabaré tu nombre eternamente y para siempre.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del SEÑOR moraré por días sin fin.
Mi lengua hablará de tu justicia y de tu alabanza todo el día.
El SEÑOR conoce los días de los íntegros, y la heredad de ellos será para siempre.
De día mandará el SEÑOR su misericordia; y de noche su canción estará conmigo, la oración al Dios de mi vida.
Pero yo cantaré a tu poder y alabaré de mañana tu misericordia; porque fuiste para mí un alto refugio y un amparo en el día de mi angustia.
Pero tú, oh SEÑOR, eres escudo alrededor de mí; eres mi gloria y el que levanta mi cabeza. Con mi voz clamé al SEÑOR, y él me respondió desde su santo monte.
Al SEÑOR he puesto siempre delante de mí; porque está a mi mano derecha no seré movido.
El SEÑOR es mi roca, mi fortaleza y mi libertador. Mi Dios es mi peña; en él me refugiaré. Él es mi escudo, el poder de mi liberación y mi baluarte.
Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh SEÑOR, Roca mía y Redentor mío.
El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida; ¿de quién me he de atemorizar?
Bendeciré al SEÑOR en todo tiempo; su alabanza estará siempre en mi boca.
Deléitate en el SEÑOR y él te concederá los anhelos de tu corazón.
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Crea en mí, oh Dios, un corazón puro y renueva un espíritu firme dentro de mí.
El día en que tengo temor yo en ti confío.
Desde el extremo de la tierra clamaré a ti cuando mi corazón desmaye. Llévame a la roca que es más alta que yo porque tú me has sido refugio y torre fortificada delante del enemigo.
El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Todopoderoso.
Entren por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza. Denle gracias; bendigan su nombre porque el SEÑOR es bueno. Para siempre es su misericordia, y su fidelidad por todas las generaciones.
Sea bendito el nombre del SEÑOR desde ahora y para siempre. Desde el nacimiento del sol y hasta donde se pone sea alabado el nombre del SEÑOR.
Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra.