Salmos de Arrepentimiento y Perdón de Pecados
En este post, exploraremos poderosos versículos que nos guían en el camino de la reflexión, confesión y perdón. Descubre cómo estos Salmos nos invitan a encontrar la paz y restauración en la gracia divina.
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Salmos 32:3
Mientras callé se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día.
Salmos 6:6
Me he agotado de tanto gemir. Toda la noche inundo mi cama y con mis lágrimas empapo mi lecho.
Salmos 51:4
Contra ti, contra ti solo he pecado y he hecho lo malo ante tus ojos. Seas tú reconocido justo en tu palabra y tenido por puro en tu juicio.
Salmos 32:5
Mi pecado te declaré y no encubrí mi iniquidad. Dije: “Confesaré mis rebeliones
al SEÑOR”. Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.
Salmos 51:8
Hazme oír gozo y alegría, y se regocijarán estos huesos que has quebrantado.
Salmos 38:18
Por eso confesaré mi iniquidad; me acongojaré por mi pecado.
Salmos 51:9
Esconde tu rostro de mis pecados y borra todas mis maldades.
Salmos 51:2
Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado.
Salmos 103:3
Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias.
Salmos 51:3
Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí.
Salmos 130:1-4
De lo profundo de mi ser clamo a ti, oh SEÑOR. Señor, escucha mi voz; estén atentos tus oídos a la voz de mi súplica. Oh SEÑOR, si tienes presente los pecados, ¿quién podrá, oh Señor, mantenerse en pie? Pero en ti hay perdón para que seas reverenciado.
Salmos 51:17
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado. Al corazón contrito y humillado no desprecias tú, oh Dios.
Salmos 130:8
Él redimirá a Israel de todos sus pecados.
Salmos 69:5
Oh Dios, tú conoces mi insensatez; mis pecados no te son ocultos.
Salmos 139:23-24
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos. Ve si hay en mí camino de perversidad y guíame por el camino eterno.
Salmos 86:5
Porque tú, oh Señor, eres bueno y perdonador, grande en misericordia para con los que te invocan.
Salmos 40:12
Porque me han rodeado males incontables; me han alcanzado mis iniquidades, y no puedo levantar la vista. Son más numerosos que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me ha fallado.
Salmos 103:10
No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.
Salmos 119:59
Consideré mis caminos y volví mis pies a tus testimonios.
Salmos 130:3
Oh SEÑOR, si tienes presente los pecados, ¿quién podrá, oh Señor, mantenerse en pie?
Salmos 130:4
Pero en ti hay perdón para que seas reverenciado.
Salmos 145:18
Cercano está el SEÑOR a todos los que le invocan,
a todos los que le invocan de verdad.
Salmos 143:2
No entres en juicio con tu siervo porque no se justificará delante de ti ningún viviente.
Salmos 25:11
Por amor de tu nombre, oh SEÑOR, perdona también mi iniquidad porque es grande.
Salmos 38:4
Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza; como carga pesada me agobian.