Este post contiene Versículos de la Biblia sobre la Fe y Confianza en Dios. Textos Bíblicos de Reina Valera Actualizada 2015.
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Jesús respondió y les dijo: De cierto les digo que si tienen fe y no dudan, no solo harán esto de la higuera, sino que si dicen a este monte: “Quítate y arrójate al mar”, así será (Mt 21:21).
Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida. El que a mí viene nunca tendrá hambre, y el que en mí cree no tendrá sed jamás (Jn 6:35)
El que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su interior (Jn 7:38).
Porque en él la justicia de Dios se revela por fe y para fe como está escrito: Pero el justo vivirá por la fe (Ro 1:17).
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios (Ro 10:17)
Reciban al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones (Ro 14:1)
Para que su fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios (1 Co 2:5).
Porque andamos por fe, no por vista (2 Co 2:5).
Pues en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión valen nada sino la fe que actúa por medio del amor (Ga 5:6).
Nadie tenga en poco tu juventud; pero sé ejemplo para los creyentes en palabra, en conducta, en amor, en fe y en pureza (1 Ti 4:12).
He peleado la buena batalla, he acabado la carrera; he guardado la fe (2 Ti 4:7).
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (He 11:1).
Y sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que es galardonador de los que le buscan (He 11:6).
Pero pida con fe, no dudando nada. Porque el que duda es semejante a una ola del mar movida por el viento y echada de un lado a otro (Stg 1:6).
Para que la prueba de su fe, más preciosa que el oro que perece, aunque sea probado con fuego sea hallada digna de alabanza, gloria y honra en la revelación de Jesucristo (1 Pe 1:7).
Porque todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe (1 Jn 5:4).
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El que cree y es bautizado será salvo; pero el que no cree será condenado (Mr 16:16).
Pero a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio derecho de ser hechos hijos de Dios (Jn 1:12).
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna (Jn 3:16).
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él (Jn 3:36).
Esta es la voluntad de mi Padre: que todo aquel que mira al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y que yo lo resucite en el día final (Jn 6:40).
De cierto, de cierto les digo: El que cree tiene vida eterna (Jn 6:47).
Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá (Jn 11:25).
Cree en el Señor Jesús y serás salvo, tú y tu casa (Hch 11:25).
Justificados, pues, por la fe tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo (Ro 5:1).
que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y si crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo (Ro 10:9).
Desde luego, es evidente que por la ley nadie es justificado delante de Dios, porque el justo vivirá por la fe (Ga 3:11).
De manera que la ley ha sido nuestro tutor para llevarnos a Cristo, para que seamos justificados por la fe (Ga 3:24).
Porque por gracia son salvos por medio de la fe; y esto no de ustedes pues es don de Dios (Efesios 2:8).
Y ser hallado en él; sin pretender una justicia mía, derivada de la ley, sino la que es por la fe en Cristo; la justicia que proviene de Dios por la fe (Fil 3:9).
Fueron sepultados juntamente con él en el bautismo, en el cual también fueron resucitados juntamente con él por medio de la fe en el poder de Dios que lo levantó de entre los muertos (Col 2:12).
Pero nosotros debemos dar gracias a Dios siempre por ustedes, hermanos amados del Señor, de que Dios los haya escogido desde el principio para salvación, por la santificación del Espíritu y fe en la verdad (2 Te 2:13).
Obteniendo así el fin de su fe: la salvación de su vida (1 Pedro 1:9).
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Confía en el SEÑOR con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia (Pr 3:5).
El temor al hombre pone trampas, pero el que confía en el SEÑOR estará a salvo (Pr 29:25).
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado. Confíen en el SEÑOR para siempre, porque el SEÑOR es la Roca de la eternidad (Is 26:3-4).
Bendito el hombre que confía en el SEÑOR, y cuya confianza es el SEÑOR (Jr 17:7).
Bueno es el SEÑOR! Es una fortaleza en el día de la angustia y conoce a los que en él se refugian (Na 1:7).
He aquí, aquel cuya alma no es recta dentro de sí está envanecido, pero el justo por su fe vivirá (Hab 2:4).
Entonces le trajeron un paralítico tendido sobre una camilla. Y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.
Entonces respondió Jesús y le dijo: ¡Oh mujer, grande es tu fe! Sea hecho contigo como quieres. Y su hija fue sana desde aquella hora (Mt 15:28).
Todo lo que pidan en oración, creyendo, lo recibirán (Mt 21:22).
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Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible (Mr 9:23).
Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Al instante recobró la vista y seguía a Jesús en el camino (Mr 10:52).
Por esta razón les digo que todo por lo cual oran y piden, crean que lo han recibido y les será hecho (Mr 11:24).
Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? (Jn 11:40).
Este oyó hablar a Pablo, quien fijó la vista en él y vio que tenía fe para ser sanado (Hch 14:9).
Pues ¿qué dice la Escritura? Y creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia (Ro 4:3).
Y sobre todo, ármense con el escudo de la fe con que podrán apagar todos los dardos de fuego del maligno (Ef 6:16).
Por la fe, a pesar de que Sara misma era estéril, él[a] recibió fuerzas para engendrar un hijo cuando había pasado de la edad; porque consideró que el que lo había prometido era fiel (Heb 11:11).
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