Este post contiene Versículos de la Biblia que hablan sobre la Familia. Textos Bíblicos de versión Reina Valera Actualizada 2015.
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Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó (Gé 1:27).
Por tanto, el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne (Gé 2:24).
Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te maldigan maldeciré. Y en ti serán benditas todas las familias de la tierra (Gé 12:3).
Yo establezco mi pacto como pacto perpetuo entre tú y yo, y tu descendencia después de ti por sus generaciones, para ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti (Gé 17:7).
Tus descendientes serán como el polvo de la tierra. Te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur, y en ti y en tu descendencia serán benditas todas las familias de la tierra (Gé 28:14).
Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que lo acompañaban: Quiten los dioses extraños que hay entre ustedes. Purifíquense y cambien sus vestidos (Gé 35:2).
Y sucedió que, porque las parteras tuvieron temor de Dios, él también les dio a ellas su propia familia (Éx 1:21).
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se prolonguen sobre la tierra que el SEÑOR tu Dios te da (Éx 20:12).
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Guarda y obedece todas estas palabras que yo te mando, para que cuando hagas lo bueno y recto ante los ojos del SEÑOR tu Dios, te vaya bien a ti, y a tus hijos después de ti, para siempre (Dt 12:28).
Pero si les parece mal servir al SEÑOR, escojan hoy a quién sirvan: si a los dioses a los cuales servían sus padres cuando estaban al otro lado del Río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitan. Pero yo y mi casa serviremos al SEÑOR (Jos 24:15).
He aquí, heredad del SEÑOR son los hijos; recompensa es el fruto del vientre (Sal 127:3).
Escucha, hijo mío, la disciplina de tu padre y no abandones la instrucción de tu madre (Pr 1:8).
Corona de los ancianos son los hijos de los hijos, y la gloria de los hijos son sus padres (Pr 17:6).
Instruye al niño en su camino; y aun cuando sea viejo no se apartaráde él (Pr 22:6).
Les daré un solo corazón y un solo camino, a fin de que me teman perpetuamente, para su propio bien y para el bien de sus hijos después de ellos (Jr 32:39).
Si una casa se divide contra sí, esa casa no podrá permanecer (Mr 3:25).
Cree en el Señor Jesús y serás salvo, tú y tu casa (Hch 16:31).
El esposo cumpla con su esposa el deber conyugal; asimismo la esposa con su esposo. La esposa no tiene autoridad sobre su propio cuerpo, sino su esposo; asimismo el esposo tampoco tiene autoridad sobre su propio cuerpo, sino su esposa (1 Co 7:3-4).
Por lo tanto, ya no son extranjeros ni forasteros sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios (Ef 2:19).
Si alguien no tiene cuidado de los suyos, y especialmente de los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo (1 Ti 5:8).
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