Explora la profunda y conmovedora historia de la crucifixión de Jesús a través de estos poderosos versículos bíblicos. En este inspirador post, descubrirás pasajes que retratan el sacrificio y el amor inmenso que Jesús demostró al entregar su vida en la cruz.
Sumérgete en las Escrituras mientras reflexionamos sobre la significancia teológica y el impacto eterno de la crucifixión. Prepárate para ser conmovido por la redención y la esperanza que se encuentran en estos versículos, y fortalece tu fe en el incomparable acto de amor de nuestro Salvador.
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Fue despreciado y desechado por los hombres, varón de dolores y experimentado en el sufrimiento. Y como escondimos de él el rostro, lo menospreciamos y no lo estimamos. Ciertamente él llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores. Nosotros lo tuvimos por azotado, como herido por Dios y afligido.
Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. La tierra tembló y las rocas se partieron. Se abrieron los sepulcros y muchos cuerpos de hombres santos que habían muerto se levantaron; y salidos de los sepulcros después de la resurrección de él, fueron a la santa ciudad y aparecieron a muchos. Y cuando el centurión y los que con él guardaban a Jesús vieron el terremoto y las cosas que habían sucedido, temieron en gran manera y dijeron: ¡Verdaderamente este era Hijo de Dios!
Pusieron sobre su cabeza su acusación escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS. Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha y otro a la izquierda.
Y lo llevaron al lugar llamado Gólgota, que traducido es lugar de la Calavera. Le dieron vino mezclado con mirra, pero él no lo tomó. Y lo crucificaron, y repartieron sus vestidos echando suertes sobre ellos para ver qué se llevaría cada uno.
Pilato escribió y puso sobre la cruz un letrero en el cual fue escrito: JESÚS DE NAZARET, REY DE LOS JUDÍOS. Entonces muchos de los judíos leyeron este letrero, porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad y el letrero estaba escrito en hebreo, en latín y en griego.
El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres ha glorificado a su Siervo Jesús, al cual ustedes entregaron y negaron ante Pilato, a pesar de que él había resuelto soltarlo. Pero ustedes negaron al Santo y Justo; pidieron que se les diera un hombre asesino, y mataron al Autor de la vida, al cual Dios ha resucitado de los muertos. De esto nosotros somos testigos.
El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien ustedes mataron colgándole en un madero. A este, lo ha enaltecido Dios con su diestra como Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.
Eran las nueve de la mañana cuando lo crucificaron. 26 El título de su acusación estaba escrito: EL REY DE LOS JUDÍOS.
Llevaban también a otros dos, que eran malhechores, para ser ejecutados con él. Cuando llegaron al lugar que se llama de la Calavera, lo crucificaron allí, y a los malhechores: el uno a la derecha y el otro a la izquierda.
Había allí una vasija llena de vinagre. Entonces pusieron en un hisopo una esponja empapada en vinagre y se la acercaron a la boca. Cuando Jesús recibió el vinagre, dijo: ¡Consumado es! Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.
Y él salió llevando su cruz hacia el lugar que se llama de la Calavera, y en hebreo Gólgota.
Cuando era como el medio día, descendió oscuridad sobre la tierra hasta las tres de la tarde. El sol se oscureció y el velo del templo se rasgó por en medio. Entonces Jesús, gritando a gran voz, dijo: ¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!. Y habiendo dicho esto, expiró.
He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte. Lo entregarán a los gentiles para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; pero al tercer día resucitará.
Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron sus propios vestidos y lo llevaron para crucificarle.
Hombres de Israel, oigan estas palabras: Jesús de Nazaret fue hombre acreditado por Dios ante ustedes con hechos poderosos, maravillas y señales que Dios hizo por medio de él entre ustedes, como ustedes mismos saben. A este, que fue entregado por el predeterminado consejo y el previo conocimiento de Dios, ustedes mataron clavándole en una cruz por manos de inicuos.
Después de crucificarlo, repartieron sus vestidos, echando suertes.
De igual manera, burlándose de él entre ellos mismos, los principales sacerdotes junto con los escribas decían: A otros salvó; a sí mismo no se puede salvar. ¡Que el Cristo, el rey de Israel, descienda ahora de la cruz para que veamos y creamos! También los que estaban crucificados con él lo injuriaban.
Con Cristo he sido juntamente crucificado; y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios quien me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que tenía delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.
Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero a fin de que nosotros, habiendo muerto para los pecados, vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados.
Y, hallándose en condición de hombre, se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!
Entonces Jesús les dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
Y sabemos que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido a fin de que ya no seamos esclavos del pecado.
Él anuló el acta que había contra nosotros, que por sus decretos nos era contraria, y la ha quitado de en medio al clavarla en su cruz.
Porque para los que se pierden, el mensaje de la cruz es locura; pero para nosotros que somos salvos, es poder de Dios.
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Me voy muy edificada, graciaaas ✨