Los versículos para vencer la ansiedad ofrecen consuelo y fortaleza espiritual en tiempos difíciles. Pasajes como Filipenses 4:6-7 invitan a confiar en Dios en lugar de preocuparse, prometiendo una paz que sobrepasa todo entendimiento. Mateo 6:25-34 enseña a buscar primero el reino de Dios y confiar en Su provisión. Salmo 23:4 recuerda que, incluso en valles oscuros, Dios está con nosotros, brindando consuelo y protección. Estos versículos inspiran confianza y serenidad en medio de la ansiedad.
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Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te fortalezco; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Cuando las ansiedades se multiplican dentro de mí, tus consuelos deleitan mi alma.
Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo.
El corazón alegre constituye buen remedio; mas el espíritu triste seca los huesos.
Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
Así que, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana traerá su propia preocupación. Basta a cada día su propio mal.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún he de alabarle, ¡salvación mía y Dios mío!
Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que también fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.
Me alegraré y me regocijaré en tu misericordia, porque has visto mi aflicción; has conocido las angustias de mi alma.
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te fortalezco; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
El que tarda en airarse es grande de entendimiento; el impaciente de espíritu enaltece la necedad.
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te fortalezco; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Así que, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana traerá su propia preocupación. Basta a cada día su propio mal.
Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras.
Así que, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana traerá su propia preocupación. Basta a cada día su propio mal.
Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá.
Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.
Me invocará, y yo le responderé; estaré con él en la angustia; lo libraré y lo glorificaré.
No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.