Los versículos de agradecimiento a Dios por la vida resaltan la importancia de reconocer Su bondad y cuidado constante. Salmo 139:14 declara que somos maravillosamente hechos por Él, y en Él debemos regocijarnos. 1 Tesalonicenses 5:18 nos insta a dar gracias en todo, ya que esta es la voluntad de Dios para nosotros. Estos versículos nos recuerdan que la vida misma es un regalo divino por el cual debemos estar agradecidos cada día.
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Este es el día que hizo el SEÑOR; nos gozaremos y nos alegraremos en él.
Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien.
¡Todo lo que respira alabe al SEÑOR! ¡Aleluya!
Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así tampoco conoces la obra de Dios, que hace todas las cosas.
El Espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Todopoderoso me dio vida.
Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.
Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
El SEÑOR es mi pastor; nada me faltará. En prados de tiernos pastos me hace descansar. Junto a aguas tranquilas me conduce. Confortará mi alma y me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Sobre ti he sido echado desde el vientre; desde el vientre de mi madre tú fuiste mi Dios.
Bueno es alabar al SEÑOR, cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo. Bueno es anunciar por la mañana tu misericordia y tu verdad en las noches.
Bendice, oh alma mía, al SEÑOR y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias, el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y de misericordia, el que sacia con bien tus anhelos de modo que te rejuvenezcas como el águila.
Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas.
Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
¡Alaben al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia!
¡Alaben al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia!
¿Qué daré al SEÑOR por todas sus bendiciones para conmigo?
Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada debe ser rechazado si se toma con acción de gracias; porque es santificado por la palabra de Dios y la oración.
Tus caminos están llenos de abundancia; los valles también están cubiertos de maíz; gritan de júbilo, sí, cantan.
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