Dios es el que me ciñe de poder, Y quien hace perfecto mi camino.
Es él quien me arma de valor y endereza mi camino.
Dios me arma de fuerza y hace perfecto mi camino.
¡Sólo tú me llenas de valor y me guías por el buen camino!
Dios es quien me reviste de valor y perfecciona mi camino.
Dios es quien me da fuerzas, quien hace intachable mi conducta.
El Salmo 18:32 es un versículo que habla sobre la protección de Dios y el poder de su justicia. En este versículo, el salmista declara que «Dios es quien me da fuerzas, y él es quien hace perfecta mi camino.» Esta afirmación sugiere que el salmista confía en Dios para guiarlo y protegerlo en su camino.
El uso de la palabra «perfecto» en este versículo también puede ser interpretado como que Dios lo hace justo. La justicia de Dios es un tema recurrente en la Biblia y en este versículo se sugiere que Dios es quien provee la justicia para el salmista. Dios es quien le da fuerza para enfrentar las dificultades y quien lo protege de sus enemigos.
Además, el versículo también habla sobre la importancia de confiar en Dios y de depender de él para nuestra seguridad y protección. En lugar de buscar ayuda en las fuerzas humanas, el salmista confía en Dios como su roca y fortaleza.
En resumen, el Salmo 18:32 es un versículo que habla sobre la protección de Dios y el poder de su justicia. En este versículo el salmista expresa su confianza en Dios como su guía y protector, y su dependencia de Dios para su seguridad y justicia. El versículo nos enseña la importancia de confiar en Dios y depender de él en todas las circunstancias.
