Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.
Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor.
Porque el salario del pecado es la muerte, mientras que el don que Dios nos hace es la vida eterna por medio de Cristo Jesús, Señor nuestro.
Quien sólo vive para pecar, recibirá como castigo la muerte. Pero Dios nos regala la vida eterna por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor.
Romanos 6:23 es un versículo clave en el libro de Romanos, en el cual se habla de la relación entre el pecado y la muerte, y la relación entre la fe en Jesucristo y la vida eterna. Este versículo dice: «Porque la paga del pecado es muerte, pero el don gratuito de Dios es vida eterna en Cristo Jesús nuestro Señor.«
El libro de Romanos es una carta escrita por el apóstol Pablo a la iglesia en Roma. En esta carta, Pablo se refiere a la naturaleza humana y su tendencia al pecado, y cómo esto nos lleva a la muerte. Sin embargo, Pablo también habla de cómo la fe en Jesucristo nos da la posibilidad de tener una vida eterna.
La idea de que «la paga del pecado es muerte» es una declaración clara de que el pecado tiene consecuencias graves en nuestras vidas. El pecado es lo que nos separa de Dios y nos lleva a la muerte espiritual y física. La muerte espiritual se refiere a estar alejado de Dios y la vida eterna, y la muerte física se refiere a la muerte de nuestro cuerpo. Sin embargo, el versículo también presenta un contraste con el «don gratuito de Dios» que es «vida eterna en Cristo Jesús nuestro Señor«.
La frase «vida eterna en Cristo Jesús nuestro Señor» es una expresión de la esperanza que tenemos como creyentes en Cristo. La vida eterna se refiere a la vida después de la muerte, en la cual estaremos con Dios para siempre. La vida eterna es posible solo por medio de Jesucristo, quien murió en la cruz y resucitó para pagar el precio de nuestros pecados.
En resumen, Romanos 6:23 es un versículo clave que nos habla de la relación entre el pecado y la muerte, y la relación entre la fe en Jesucristo y la vida eterna. Nos recuerda las consecuencias del pecado, y nos ofrece esperanza en la vida eterna que es posible solo por medio de Jesucristo. Este versículo nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con Dios y a confiar en la obra de Jesucristo como nuestra salvación.