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Aprende Como Descansar en Dios – Reflexión en Marcos 4:37-38

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Aprende como descansar en Dios – Reflexión y significado en Marcos 4:37:38

Esta reflexión te dará una explicación y significado de como aprender a descansar en Dios, de igual manera que Jesús descansaba en el Padre.

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Marcos 4:37-38

Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?.

Marcos 4:37-38

Descansar en Dios – Reflexión y Explicación en Marcos 4:37-38

Puede que quizá esta sea una de las historias donde mayor se pueda ver la humanidad de Jesús. Porque obviamente, al igual que nosotros se cansaba, y claramente el también a veces necesitaba reposar. Sin embargo, lo que más se destaca en este relato no solo es el cansancio del maestro sino la tranquilidad con la que se encontraba en una situación como esta, donde todos los demás se encontraban angustiados.

En la biblia cuando se habla de descanso, sobre todo haciendo mención al reposo, se refiere a un descanso bien entendido, aquel que proviene de haber cumplido con la tarea encomendada. Debido que solo alguien responsable y comprometido con lo que está haciendo, puede irse a dormir tranquilo al terminar las tareas o deberes que tenía pendiente en su día. Uno de los ejemplos claros de esto lo vemos al inicio de la historia de la creación:

Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.

Génesis 2:2

Cuando la base de todo lo que Dios estaba haciendo fue formada, Él decidió descansar, es decir, se detuvo solamente cuando se dio cuenta que ya había sido hecho todo lo que debía. Algo muy similar ocurre a lo que hacen las hormigas en verano después de su arduo trabajo del invierno. De igual manera ocurre con el sembrador, cuando se sienta a descansar y ver los frutos de su cosecha.

Una de las tantas enseñanzas que les dejo el Señor Jesús a sus discípulos fue aquella donde enfatizaba que Él no podía desperdiciar ni un minuto de su tiempo, porque esto llevaba a cabo una finalidad, un propósito de trasfondo que debía ser completado, que luego habría tiempo para descansar, pero que en ese entonces, no era el momento.

Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.

Juan 9:4-5

El Señor Jesús completó la misión que le fue encomendada, de la misma manera que Dios se lo pidió, Él llegó hasta el fin, y es solo después de esto, Jesús se sentó, es decir puede descansar hoy, a la diestra del Padre.

Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.

Juan 19:30)

Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.

Marcos 16:19

Sin embargo, en el versículo inicial (Mr 4:38), vemos que Jesús estaba en ese momento, un poco lejos de haber terminado toda la obra, entonces ¿en que se basaba su descanso? ¿Cuál era la razón por la que Él se encontraba tan tranquilo en una situación como esa? La respuesta es simple: «la certeza de que estaba haciendo las cosas bien, como se lo había mandado el Padre».

Aun sabiendo que faltaba mucho por concluir el propósito en general, el Señor Jesús estaba seguro que estaba dando lo mejor de sí, que no había desperdiciado ni un minuto del tiempo, y que sin importar las circunstancias adversas que pudieran sobrevenirle, Dios preservaría su vida, porque iba a cumplir lo que había determinado de Él.

Muchas veces las personas tenemos la tendencia a desesperarnos en medio de esas tormentas que nos aparecen a mitad de camino en forma de situaciones difíciles y no descansamos en Dios como lo hizo Jesús.

En esta porción de la palabra el Señor Jesucristo quiere enseñarnos a descansar en Dios. Y colocar nuestra confianza en Él.

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Filipenses 4:6-7

En conclusión, existen dos claves muy importantes para estar en la paz de Dios, lo cual enfatiza mucho la Biblia, porque fue lo que Él nos mandó hacer.

La primera es orar, estar en comunión con Dios por medio de la oración, de igual manera como lo hizo el Señor Jesús. Incluso ante la prueba más difícil, ir a la cruz por nuestros pecados, se fortaleció orando.

Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. Cuando se levantó de la oración, y vino a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza; y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación.

Lucas 22:44-46

La otra de las claves fundamental es la lectura de la palabra de Dios, la cual nos imparte la Fe, fortaleciendo nuestra confianza en Dios. La Biblia dice:

Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

Romanos 10:17

Por lo tanto, sino tenemos en cuenta estos principios fundamentales en muy probable que nos encontremos desesperados y angustiados ante cualquier situación. Así que al igual que Jesús, hagamos lo que Dios nos mando hacer y descansemos en el Padre.

Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.

Filipenses 1:6

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Ver Comentarios

  • vicky garcia dice:

    Dios los continué bendiciendo y llenándole de sabiduría de lo alto.
    Gracias por las reflexiones.

Publicado por
Debora Duarte