En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.
En el principio la Palabra ya existía. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.
En el principio ya existía la Palabra; y la Palabra estaba junto a Dios y era Dios.
Antes de que todo comenzara ya existía aquel que es la Palabra. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.
Juan 1:1 es un versículo clave en el cristianismo, ya que es el inicio del Evangelio de Juan y proporciona una declaración fundamental sobre la naturaleza de Jesús. El versículo dice: «En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios».
Este versículo enseña que Jesús, también conocido como el Verbo, es eterno y divino. Está con Dios desde el principio, y es igual a Dios en naturaleza. Esta idea es fundamental para la fe cristiana, ya que Jesús es el Hijo de Dios y el Salvador del mundo.
La idea del Verbo es tomada de la filosofía griega y judía, y se refiere a una palabra o expresión que es el principio de la existencia y de la acción. En el cristianismo, el Verbo se refiere a Jesús, quien es la encarnación de Dios en el mundo. Es el principio que da vida y significado a todas las cosas, y es el medio a través del cual Dios se revela a los seres humanos.
Además, el versículo revela la existencia divina de Jesús antes de su encarnación en el mundo, y que el Verbo es una persona distinta de Dios Padre, pero también es Dios. Esto se conoce como la doctrina de la Trinidad, la cual enseña que Dios es uno en esencia y tres en persona: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
En cuanto a la idea de «En el principio«, se refiere al principio de todo lo creado, como se lee en Génesis 1:1 y se entiende como el momento en el que Dios comenzó a crear, el Verbo o Jesús estaba presente y actuando en ese momento, es el principio de todo lo creado, es la luz que ilumina a toda la humanidad y es el camino hacia la verdad y la vida eterna.
En resumen, Juan 1:1 proporciona una declaración fundamental sobre la naturaleza de Jesús como el Verbo eterno y divino, que estaba con Dios desde el principio y es igual a Dios en naturaleza. Esta idea es esencial para entender la fe cristiana y el papel de Jesús como el Hijo de Dios y el Salvador del mundo. Además, el versículo sugiere la doctrina de la Trinidad y nos habla de la existencia de Jesús desde el principio de la creación. El versículo es una clara afirmación de la divinidad de Jesús y su papel como el camino hacia la verdad y la vida eterna.
