Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.
Pues yo sé los planes que tengo para ustedes—dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza.
Yo conozco mis designios sobre ustedes —oráculo del Señor—. Son designios de bienestar, no de desgracia, pues les ofrezco un futuro y una esperanza.
Mis planes para ustedes solamente yo los sé, y no son para su mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar.
Jeremías 29:11 es un versículo que habla sobre los planes que Dios tiene para su pueblo. En este versículo, Dios le dice a través del profeta Jeremías que tiene planes para el bienestar y no para el mal, para darles un fin y una esperanza.
Este versículo nos recuerda que Dios es un Dios amoroso y compasivo, que siempre busca lo mejor para nosotros. Los planes de Dios son siempre para nuestro beneficio, y aunque en ocasiones no podamos entenderlos, debemos confiar en que Dios siempre tiene un propósito en lo que hace.
La palabra «esperanza» también es significativa en este versículo, ya que nos recuerda que Dios nos da un futuro lleno de esperanza. A veces, en momentos de incertidumbre o dificultad, es fácil caer en la desesperanza, pero este versículo nos recuerda que Dios siempre tiene un plan para nosotros y nos da esperanza para el futuro.
En resumen, Jeremías 29:11 es un versículo que nos habla sobre los planes de Dios para su pueblo, y nos recuerda que Dios siempre busca nuestro bienestar y nos da esperanza para el futuro. Debemos confiar en Dios y en sus planes, sabiendo que siempre tienen un propósito y un fin positivo.
